Fútbol a los coñazos...

"Demasiada camiseta y cada vez menos gambeta"
Andrés Calamaro

Jesús Cova, periodista deportivo, teorizó sobre el boxeo en una de las peores y más aburridas peleas que según él, ha habido. Una de Kid Pambelé; Esta afirmación casi filosófica del boxeo se puede extrapolar al presente mundial de fútbol, es decir, porque este mundial ha sabido una soberana ladilla, evocadora de las continuas llamadas a la línea de Morfeo, quizás hasta de Chávez para que ponga cadena y nos entretenga más o que hable menos "paja" que Cristóbal Guerra. Según Cova, todo deporte o en este caso estos dos se han vuelto tediosos y monótonos por su "incompatibilidad de estilos", en este torneo de fútbol uno intenta defenderse y otro atacarse pero el que ataca nunca concreta, no es efectivo. Si fuera boxeador lanzaría golpes al aire, a ver cual llega al cuerpo del adversario, que se cubre desde el primer instante. A excepción de pocos países (Alemania, Japón, ambas Coreas) que han sabido jugar como equipo, es decir en bloque, el resto ha estado a la expectativa de las individualidades, de la esperanza de un mesías goleador dejando relegados a otros 9 jugadores de campo, minorizándolos, haciéndolos complementarios. Dejando bastante que decir y desear con respecto al planteamiento táctico, porque sabemos que del técnico a la mayoría de los equipos les sobra. A algunos si les ha resultado la espera del jugador redentor (al menos en esta primera ronda) otros siguen esperando su venida, otros (los que no aparezcan) serán crucifícados y no resucitarán luego de la tercera jornada. Aquí se necesita a Barrabás que haga el juego sucio y meta los goles, bastantes goles y más en octavos de final.

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"Ambos peleaban a lo mismo, a evitar el choque"
A no dejarse anotar goles, pero lastimosamente, el fútbol también es entrar al área rival. Mantener la posesión no dará puntos, ni dará K.O. técnico, hay que patear al arco, dirigir hacia el frente la pelota y eso sí, no encontrarse con Vincent Enyeama. Heroe y mayor relevancia de la estática y principio teórico del juego de un solo lado de la cancha, uno golpea y el otro espera.

Lo que ha dado un sabor un mínimo toque de sabor al resultado, es la capacidad de sorprender de los equipos pequeños, mientras un equipo como Mike Tyson da golpes en el aire, intenta romper con el bloque de expectativas que tienen sobre él, más que propiamente dicho jugar al fútbol, se desespera e intenta morder oreja, para poder así lograr su cometido, no caer en verguenza; Nelson Ned, espera, resiste y lo que está a su altura es darle en los testículos en el último instante. (Como ha hecho Suiza)

Todo el tedio del fútbol lo resume Cova en una disertación amorosa-boxística: "Yo digo que en una pelea ocurre lo mismo que en el amor: si los dos protagonistas no encajan no pasa nada. ¡Nunca se van a encontrar en el ring!(o en el campo) "

Por amor al fútbol, hagan rodar al balón y recordar sus viejos dotes de araña. Hacer del arte fútbol y viceversa. No a los golpes, ni desespero, evadir la existencia de un empate técnico como ha habido bastantes, puesto qué como diría Carles Rexach "Para jugar al fútbol no se debe sufrir. Lo que se hace sufriendo no puede salir bien".