Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

Otra carta.

Papá, ya han pasado 20 años y las cosas han cambiado un poco por acá, pero no mucho. Tú lo sabes mejor que yo.  Sabes que, aquel día, sonó el teléfono y nadie hizo alaridos, ni gritos, el silencio era la mejor guardia para la tranquilidad. Muy raramente a mi cuerpo no le da por sentirse incómodo cuando siente que las cosas no van bien, digo, como la gente que tiembla, que sueña, que imagina sino que empieza a volverse cada vez peor, más escatológico, por no aclarar demasiado. Y te fuiste salvándome del que creí era el peor de los lugares, la clase de biología, a sabiendas todo podía ser peor. Leo, te vinieron a buscar. Y aunque lo intuí, salí bajo la mirada de los demás que se quedaron viendo una clase sobre mitocondrias. No estaba más nadie sino un amigo de mis hermanos que luego se volvería poeta y que, muy hábil para las palabras, tartamudeaba cuando nos acercábamos a algún lugar. Papá, me contó que no es lo mismo jugar en las maquinitas que en una consola, que ahí uno no sabe cómo