Mariana Rondón: “el cine siempre me salvó la vida”
Caracas, Mayo de 2014 | Playboy Vzla
@nardoleptico
Ella, directora
de cine y aficionada a los robots, levantó el premio en septiembre del año
pasado cuando Pelo Malo, su tercer largometraje, ganó la Concha de Oro en el
Festival de San Sebastián. La historia de Rondón movió los cines de tierras
ibéricas e hizo que el engranaje del
espectador viera a la violencia desde un lugar más íntimo.
Alejandra Raga ® |
1. ¿Cuál
fue aquella primera motivación por hacer cine?
Mariana: Vengo de una familia en la que el cine
siempre estuvo como una tentación, que la política y los sesenta les arrebató.
De alguna manera, yo me aferré a eso con la intención de contar las historias
que vivía con mi familia que en un principio me parecían grandes aventuras. Y
fue en el cine, haciendo películas, donde pude admitir que esas “aventuras”
eran lugares peligrosos, difíciles y dolorosos.
2. ¿Tu
carrera como directora vicia tu forma de ver como espectador?
Mariana: No porque soy cinéfila. A mi lo que me
gusta es ir al cine y lo que mas odio de hacer cine es que a veces no me deje
ir al cine; me permite estar en festivales alucinantes donde están pasando las
mejores películas, pero no puedo ir porque tengo que presentar la mía.
Nunca he sufrido
de ese vicio porque me meto en la película y se me olvida todo lo demás. Hay
gente a la que si le pasa y pensaba “los demás si saben”. En mi el cine pasa
distinto, el cine siempre me salvó la vida.
3. “Postales
de Leningrado” es una mezcla de memoria personal con la colectiva. En tu caso
¿Qué tan importante es el cine para la historia?
Mariana: PDL es una película que tiene dos ejes
fundamentales. Uno como se construye la memoria que para mi es casi como un
policial, ir atando cabos de esa memoria de la clandestinidad, hacer un trabajo
de estructura del lenguaje; y el otro eje que tenia que atravesar todo y
sostener los saltos de estructura abismales que hacia era el miedo como el gran
de tema de la película.
Era hablar de ese
contexto histórico político como un llamado de atención y saber de que se va a
tratar lo que venía, las razones y las consecuencias. Esa historia tuvo un
origen que había que conocer, atravesado por el miedo tratando de hablar desde
aquel pasado hasta el futuro que ya nos alcanzó.
4. Pelo
malo, tu más reciente película, coincide con Postales de Leningrado en tener a
un niño como protagonista ¿Por qué la recurrencia?
Mariana: Siempre que voy a empezar un nuevo
proyecto digo “ni un niño más” y termino cayendo. Creo que lo hago por dos
cosas, pensaba que no había terminado de crecer y que me iba a mi terreno
fácil.
Pero en realidad,
hay una cosa que me interesa de la infancia y es que es lugar donde se ve como
se construye y como se hace una herida para el resto de la vida. Poder ver eso,
ver los ojos y poner una lupa gigante sobre eso sobre el alma además me termina
pareciendo fascinante y termino cayendo otra vez.
5. La
sinopsis de Pelo Malo habla de Junior, su protagonista, un niño de nueve años
¿Por qué específicamente esta edad?
Mariana: Quería que en Pelo Malo eso sirviera
como una ventana para ir entrando a la búsqueda de la identidad mas
profundamente en distintos niveles, a partir de una edad muy pequeña, unos
nueve años, que permitieran hacer un viaje hasta la identidad del adulto -la
madre- o haciendo una elipsis. Claramente, el pelo malo como lo más superficial
pero al mismo tiempo es una metáfora poderosa y duro para cualquiera.
“Estamos
acostumbrados a verle un lado epidérmico a la violencia, incluso desde el cine”
6. “Pelo
Malo” no habla solo sobre la identidad también toca múltiples temas como el
rechazo a lo diferente, por ejemplo ¿Cómo beneficia esa pluralidad de
significados a la trama?
Mariana: Una de las cosas que mas me importó a mi
es tratar de trabajar con un eje fundamental que es el equilibrio pero como
acto de justicia hacia todos mis personajes y sobretodo hacia la historia. No
hacer juicio de ningún tipo, poder mostrar todo, porque somos lo bueno y lo
malo al mismo tiempo.
En ese sentido, quise
jugar con la película y dejar un espacio de mirada para el espectador para que
desde su experiencia propia buscara como ver esta historia. Traté de abrirle el
espejo donde se viera el pelo, la nariz o la boca mala. Resulta así, cuando nos
paramos frente a nuestra identidad, el espejo, sufrimos. A todos nos llega el
momento, después lograremos hacer algo para que nos guste.
7. ¿Eso
no acarrea en una mala necesidad de empezar a reflejarse en el otro para poder
valorarse?
Mariana: Si, enfrentarte a un espejo con los
condicionamientos que te hacen los otros. Eres virgen desde tus
condicionamientos pero la gente violenta esa necesidad de lucir como quieres no
importa de donde venga. Es como la trampa de la trampa sobre la trampa, porque
es un condicionamiento te lo puedo negar aunque eso sea tu deseo.
El problema es
que la libertad es muy peligrosa, se necesita todo el tiempo y no se acaba
nunca. Nunca vas a lograr llegar al lugar inmaculado donde eso no sea
pecaminoso, estamos todo el tiempo así.
8. ¿Eso
no podría malinterpretarse?
Mariana: No necesariamente. Cada vez que hago un
trabajo, procuro que sea lo más equilibrado posible. Yo no hago propaganda y
eso hace que no se me voltee la tortilla porque estoy hablando del espacio de
libertad y la libertad es que cada quien asuma lo que decida.
9. ¿Cómo
se logra en el cine ese “equilibrio” al que te refieres?
Mariana: Es difícil. A veces tienes que aguantar,
durante mucho tiempo, creencias demasiados frágiles y elementales, pero si
estás parado en un lugar, tienes que mantenerte trabajando allí. Este es un
trabajo de resistencia y una consecuencia absoluta con lo que estás haciendo.
Pero al final, todo llega al lugar donde necesitas que llegue si cuenta con la
madurez también del que lo está viendo.
10. Hablaste que el miedo atravesaba a
“Postales de Leningrado” ¿Cuál emoción lo hace en Pelo Malo?
Mariana: Un artículo es España refería a la
tristeza, la desesperanza “un relato triste intimo y profundo de la
derrota” y me parece justo con la
película. A veces, se va a tientas y de repente es muy rico cuando alguien te
lo devuelve así.
Sé que estoy
tocando política, vida nacional, todo eso pero lo estoy haciendo desde otro
lugar donde puedo respirar, yo no puedo respirar desde la vehemencia porque yo
sé de lo que se tratan las militancias políticas y para mi esa palabra es algo
que no tiene lugar en ningún sentido es racional. Definitivamente el único
lugar que puedo buscar, es ese, el de la tristeza y el de la absoluta derrota,
de saber hasta qué punto hemos llegado.
“Quería que en Pelo
Malo eso sirviera como una ventana para ir entrando a la búsqueda de la
identidad”
11. ¿Pero que exista Pelo Malo como película
no es un acto esperanzador?
Mariana: La rapidez con la que hice esta película
tiene que ver con eso, con un estado de angustia. Los actos de imaginación son
el único espacio que conozco para ejercer mi emocionalidad, haciendo,
inventando algo para descubrir la alternativa de la vida.
Tomé una decisión
muy temprana en mi vida y es que no trabajo para nadie, no hago ningún trabajo
que no me guste y puedo o no tener, sobrevivir con lo mínimo pero no hago nada
que no sea para hacer mis proyectos.
12. ¿Cuál fue esa necesidad de rapidez?
Mariana: Contar. Capaz decepciono a mis fans de
Postales de Leningrado porque alguna vez dije que se podía hacer otro tipo de
cine, pero en este caso necesité decir estoy en Venezuela y voy a hablar de
este momento inmediato. Es una película que logramos estrenar antes de los dos
años de haberla empezado que responde a una urgencia mía.
13. ¿Que era tan importante contar tan apresuradamente
en Pelo Malo?
Mariana: Hablar de la violencia que puede generar
no respetar al otro, el no respetar las diferencias, fundamentalmente. Pero yo quería
hablar de una violencia que es menos evidente y, para mi, la que puede ser mas
profunda: un gesto, una mirada y como puede ir eso siendo tan duro y tan difícil
hasta herir profundamente. En concreto de como la violencia dentro de un
contexto puede meterse y entrar en la intimidad más pequeña.
14. Pero la violencia fue el tema del cine
venezolano que en una época que fastidió al espectador ¿Cómo trabaja Pelo Malo
esta temática?
Mariana: Estamos acostumbrados a verle un lado
epidérmico a la violencia, incluso desde lo narrativo cinematográfico casi que
rozamos en clichés de cine de acción, aunque se mantengan las distancias. Hay
un cliché de nosotros mismos de como nos vemos pero hay otras maneras de
violencia y están ahi dentro de nosotros y es mas fácil convertirlo en una
pistola ¿y si la quitas es que no hay violencia?
Es muy importante
desde que lugar decido tratar la violencia, la busco desde la absoluta y
profunda intimidad. Que ese espejo que me mostraba el pelo malo, la nariz fea
se convirtiera en una ventana para ir hacia adentro estaba yendo hacia dentro,
inclusive de la violencia.
15. ¿Por qué enfocar Pelo Malo dentro de este
universo de clase social media-baja?
Mariana: Me importaba mucho trabajar en ese
espacio. Sobretodo, me interesaba ese trabajo de arquitectura del arquitecto Villanueva,
que es la herencia del arquitecto francés Le Corbusier y sus ciudades utópicas,
la ciudad jardin para el proletariado, para el más necesitado. Como se ha
seguido construyendo 50 años después sin replantearse las utopías sociales.
16. ¿Encontraste alguna respuesta en tu
película?
Mariana: No lo analizo ni tengo respuesta. En la
película dejo imágenes casi como preguntas al aire, ¿se va a repensar o a seguir
construyendo, creyendo que esto es un proyecto social prudente?
17. ¿Desde que lugar te colocas tú como
autora de las imágenes para pensar?
Mariana: Quiero que lo pensemos desde un lugar,
que lo piense el que vive y no ahí, lo piensen los arquitectos. Te paras frente
a esos edificios, los filmas y puedes estar diez minutos con un angular sin que
ese edificio se termine nunca.
Por un lado tengo
una doble sensación de admiración por la capacidad del ser humano de crear algo
de esas dimensiones y por el otro lado siento una perturbación siento una
arrogancia desmedida de alguien que construye 568 apartamentos dentro de un espacio
y que meta a 568 familias.
18. Evidentemente es Caracas y ya que la
película ha sido vista afuera ¿Cómo es la percepción de la ciudad?
Mariana: Me acaban de entregar muchas críticas y
todas hablan de Caracas como un personaje más y las descripciones que hace son
alucinantes. Leí ayer una critica francesa que decía “Caracas es una bestia,
estás dentro de su estomago y esta a punto de engullirte”.
Me interesa saber que le pasa a un caraqueño con la
película, porque esa es la percepción extranjera, quisiera saber si esas
imágenes se ven igual; capaz estamos tan estamos tan acostumbrados, no nos
damos cuenta y ya creemos que la vida es de otro modo.
19. ¿Cómo es
la critica luego de haber sido laureada con la Concha de Oro en el
Festival de San Sebastián?
Mariana: Hay un nivel de critica muy
impresionante, con un grado de elaboración, con alguien que me esta diciendo,
no solo me interesa las que hablen bien sino también las criticas que me parece
que dicen cosas súper importantes. Lo que me atrae mucho es aquella que tiene una
capacidad de análisis y una conversación con la obra, sin que yo importe.
20. ¿y a
ti como te mueve el premio?
Mariana: Ahora está pasando algo súper
emocionante y bonito porque los números que están sucediendo en Francia están
increíbles, la gente está viendo la pelicula.
Me pasó venia
caminando por una calle y de repente voy pasando por el boulevard Saint-Germain
donde están los mejores cines y de repente me encuentro un afiche de cinco
metros por cuatro, me emocioné. Lo que pasa que cuando yo tenia quince años y
viví allá trabajaba como babysitter porque quería estudiar cine y no hubo
manera de que yo tuviera el dinero. Vuelvo tiempo después y me película está
ahí.
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