Laura Restrepo: “Escribir novelas es un pésimo negocio”


Caracas, 5 de mayo de 2013 |  Diario 2001
@nardoleptico
Ana Mosquera ®


Domingo en la tarde, Laura Restrepo usa una chaqueta y se encuentra al lado de Leonardo Padrón, quien funge como mediador baquiano entre el público de la librería, la autora y Hot Sur, su más reciente libro. Su tierna militancia, título que le coloca Daniel Centeno en su libro Retratos hablados, evade con total humor las preguntas que se desvían del foco literario; el innato periodismo de la colombiana interpela a un Padrón entrevistador que cae en la trampa y empieza a contar anécdotas, cazador cazado; sus novelas seducen tanto que alguien entre el público ha viajado desde Panamá para hacerle un par de preguntas. La seguridad en sus respuestas es tan certera que se agradece que el evento haya sido más el epílogo de esta entrevista que un prólogo.


Esa mañana de domingo, la dinámica de Laura Restrepo ha cambiado según el entrevistador. Ahora está en la piscina y la conversación cambia de panorama hacia el café, todo pareciese girar, hasta los actos más inocentes, en torno a la temática de migración como Hot Sur. Es un tema que le interesa, y no por un interés puramente particular sino colectivo “Es el gran tema de nuestro tiempo, no solo de nuestro tiempo si no también del futuro. Hay una confrontación entre esa masa migrante que anda huyendo del planeta de un montón de problemas y otra gente que se encierra, se amuralla”

“Las grandes discusiones de hoy se dirimen en el terreno de la cultura y no de la política”

Es válido que en una primera lectura de la novela sea un lugar común captar a la migración indocumentada que busca el “sueño americano” solo en su versión estadounidense. La autora señala que en las sociedades contemporáneas esa búsqueda del territorio deseado es más cosmopolita, aunque entre las páginas del libro se centre entre la relación Estados Unidos y Latinoamérica, es un reflejo de otras realidades “Lo que vivimos es una falsa construcción de nuestros y los otros países. Ya no es solamente la concepción del sueño americano en América, si no la idea del sueño global americano. Me interesa el carácter fundacional del desplazamiento, se lo ve como drama humano o como una plaga” Entre una y otra sociedad no hay medias tintas.
Esta noción se evidencia en el juego, y ruptura, que parte en el título Hotsur “Hemos sido siempre exiliados de nuestras naciones porque no nos han ofrecido nada, por eso veía útil hacer esa separación del lenguaje desde el comienzo. A los personajes los hace el lenguaje. Se ve claramente cuando en una de las escenas en la cárcel las reclusas reclaman porque le prohíben hablar en su idioma. Para la identidad es necesaria la lengua, quizás ese es el único territorio posible”

Tras la mirada siempre atenta y la dualidad de profesión es difícil determinar cómo ejecutó la construcción literaria. Afirma que en ella, la novelista y la periodista son una “El escritor tiene la obligación de saber y el periodismo el derecho a preguntar.  Restrepo es casi una Russel Crowe en una Mente Brillante mantiene el mecanismo abierto en función de sus escritos los que metódicamente va guardando hasta construir el producto final “Son montones de cuadernos en los que voy compilando todo lo que veo a mi alrededor, por eso mi familia y mis cercanos a veces me huyen”, bromea. Aun así, afirma que siempre hay un personaje –en la novela- que se le enfrenta y no la deja avanzar,  “Hay cuadernos que están más llenos que otros y que se van soltando a medida que avanza la historia o, por el contrario, consulto de su necesidad con mi hijo, mi agente o mi compañero, si son realmente necesarios”

Su viaje a Caracas le ha dado una nueva óptica, se ha dado cuenta, quizá tarde, que hay un personaje ausente en su novela, ese que no padece “me faltó poner un migrante de la burguesía, no uno que migra si no viaja” 
La relación con Hot sur invoca a varios individuos. Si se le cuestiona el motivo la respuesta es graciosa, digna de una ávida observadora. “No soy como Snoopy que se sienta en su máquina de escribir a hablar sobre un personaje al que no le pase nada, hablo de varios personajes al que le sucedan muchas cosas”

“Para que una novela empiece a existir, como una niño que acaba de nacer hay que ponerle nombre”

La conversación sigue al punto de no decir nada, para ella la relación con sus libros es un hábito silente de estudiante “Una de los pocos dolores de mi oficio, que en realidad es un oficio bastante privilegiado, es que para escribir tienes que dejar de leer. Yo me demoro un periodo de 4 años, entre una novela y otra, que es lo que dura una carrera universitaria. Entonces, yo me he propuesto a tratar de leer lo mismo que lo que hubiera leído, a la par de escribir, leer de la misma forma y cantidad que lo haría un estudiante en la universidad y así poder recargar y tener información para seguir escribiendo. Siempre hay algún agente distractor por allí, algún vicio pero la relación de un escritor con la novela es una especie de monogamia”

…de la escritura
Cuando a Laura se le pregunta sobre su relación con la escritura, no recula. Su relación con ella es determinante responde “Es mi oficio y vivo de ello. Escribir novelas es un pésimo negocio. A ti te pagan lo mismo por un libro que se haya tardado un año o que se haya tardado cuatro. Yo vivo de mis libros, por eso no me convence esa relación que tiene la literatura con el mercado de determinar si se vende es malo y si no es bueno. El problema está en escribir mucho en pos de vender. Hay una mitificación del oficio de escritor donde se ve terrible cobrar por escribir. Tal vez Lord Byron lo hizo porque era noble pero nosotros los de este lado no podemos”

…de la militancia
“He hecho política mucho tiempo, no es como coincidencia que la época mía militante es el comienzo de otra época. Escribir novelas es una prolongación de ese ejercicio político. La literatura me permite más libertad, aun existe el recuerdo doloroso como: las jerarquías en el partido, el movimiento de la política sobre verdades dadas y, sobretodo, imaginar la utopía como algo donde se alcanza”

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